¡Con qué poquito podemos crear actividades tan sencillas y a la vez tan divertidas como esta!
Seguro que ya habíais visto algo parecido, tan solo con unos depresores de colores y un poco de imaginación, puedes trabajar muchos aspectos importantes relacionados con los prerrequisitos del lenguaje.
¿De qué trata el juego?
Muy fácil, solo tienes que crear patrones que luego los peques tienen que imitar usando los depresores.
Es un juego muy versátil porque según la forma en la que crees los patrones, conseguirás diferentes grados de dificultad.
Puedes empezar con depresores del mismo color e ir añadiendo dificultad (según capacidades) mezclando colores y creando formas cada vez más difíciles.
¿Qué aspectos podemos trabajar?
Atención: es uno de los principales aspectos que se trabajan en este juego por la naturaleza del mismo, es decir, al fin y al cabo, los peques deben fijarse atentamente al patrón para poder imitarlo rigurosamente.
Memoria: podemos añadir fácilmente el trabajo de este aspecto simplemente dando la vuelta a los patrones tras dar unos segundos para memorizarlos. Luego volteamos de nuevo y comprobamos cuántos depresores están en el lugar correcto.
Simetría: otra opción es crear patrones a medio completar y que los peques los terminen usando los depresores.
Discriminación visual: al trabajar con depresores de diversos colores, reforzamos el trabajo de este aspecto, además, ¡debemos estar atentos y asegurarnos de qué palito es el que pasa por encima y cuál por debajo!
Otros: este apartado podría ser infinito. Como siempre, estos materiales dan mucho de sí y se pueden trabajar miles de aspectos. Basta con pegar dibujos, letras, palabras, etc. en los extremos de los depresores y se despliega un abanico enorme de posibilidades.
En el apartado "descargadles" de la web os he dejado un documento con algunos ejemplos para empezar a trabajar con este recurso. Si os animáis e innováis, ¡contádmelo!
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